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Turno de perros
Entro de servicio un sábado a las 0800 LT, esta noche pasada ha estado de servicio Sebastián que seguro me espera impaciente para darme las novedades y poderse ir a casa a descansar.
Las novedades son jugosas, no funciona el radar de ruidos por lo que los técnicos se han de guiar a oído por las frecuencias ATC, Sadama, el programa de asignación de medios, no está actualizando los datos de Scena, por lo que los datos que nos aparecen en el sistema no son fiables, el Sate está en contingencia por la caída del clasificador sur y el hipódromo de incidencias está a punto de reventar, y a parte llevamos sin recibir mensajería por el SITA desde las 0340 UTC.
Por si eso no fuera poco Scena no integra las horas del Icaro, por lo que además debemos tener algún problema con el Sacta. Además tenemos una pasarela fuera de servicio debido al golpe recibido por una aeronave y dos puertas de embarque por goteras. ¿Goteras en el mes de julio?, me pregunto, sí, producidas por los aires acondicionados de la Terminal C.
Así mismo me informa que todas las incidencias están reportadas y para rematar el relevo me comunica que las cámaras 3, 4, 5 y 12, del circuito cerrado de TV, no funcionan. Ante tal avalancha de incidencias, le pregunto: ¿Funciona algo?, a lo que me responde con mucha guasa, ”Si, la cafetera y la tostadora”.
Va pasando la mañana y poco a poco los problemas se van solucionando gracias en gran parte a nuestros amigos los informáticos, que con sus conocimientos y las velas que van poniendo a Santa Rita, vamos saliendo del paso. Pero a la vez que unos se solucionan, van surgiendo otros y como siempre de una manera impredecible.
Llega la hora de la comida y avanzo por el pasillo con el móvil del trabajo en la mano. Me encuentro solo ante el peligro. Ese móvil que no ha hecho otra cosa más que no dejar de sonar en toda la mañana. Estoy a punto de llamar a Vodafone y darlo de baja, total qué más da, si casi todo está fuera de servicio, un simple móvil también lo puede estar. Recapacito y me olvido de mis malévolas intenciones.
Subo de comer y la situación experimenta una mejoría, ya recibimos por el SITA, y el clasificador sur ya está operativo. Pero para empeorar siempre hay tiempo y unos minutos después un TPO empieza a encontrarse indispuesto después de haber degustado el delicioso manjar que hoy hemos tenido por menú en la cantina del aeropuerto. El color de su cara lo delata, e inmediatamente le mandamos para el Botiquín. Con su más que predecible baja nos encontramos bajo mínimos, por lo cual, y al ser fin de semana, me toca encontrar a un sustituto lo más rápido posible.
Utilizo la psicología inversa y a quién llamo le comento la situación y se lo planteo como algo que seguro que no va a querer. ¿Quién demonios va a querer cubrir una baja un sábado del mes de julio a las tres de la tarde?. Pues la táctica me funciona y encuentro un sustituto. Problema menos.
Problemas más o problemas menos, el caso es que los seguimos teniendo aunque vamos mejorando. Sadama ya actualiza los datos de Scena, y Scena ya integra las horas del Icaro, aunque seguimos sin tener señal de radar.
De repente un Técnico me comenta:
- Oye, que al Conavi (Sistema de gestión de la Plataforma de Aviación General) se le ha ido la olla y me ofrece un Stand de 15m para una aeronave de 30m, ¿Qué hacemos?
Mi respuesta es rápida:
- Olvídate de lo que te diga Conavi, busca un Stand de 30m libre y mételo a capón. Dame los datos y notificaré la incidencia.
No es momento para bromas ni para pararse a pensar en donde está el fallo del sistema, el lunes con los datos aportados y en el Briefing de Operaciones, ya se sacarán las conclusiones que se hayan de sacar. En tiempo real lo que tenemos que hacer es solucionar los problemas que van surgiendo y anticiparnos a aquellos que sabemos o intuimos que pueden o van a suceder.
A las 1930 LT todo está casi bien. Mi relevo ya habrá salido de su casa y tan solo es cuestión de esperar. Quiero dejarle un relevo limpio como una patena, y si la mala suerte se cruza en su camino que no haya sido por una dejación del turno saliente.
Son las 1950 LT y María entra por la puerta. Le comento que hoy hemos tenido un turno de perros debido a las múltiples incidencias habidas durante el mismo, aunque ahora todo está OK, incluso la cafetera y la tostadora, pero que se lea el Parte de Incidencias donde encontrará todo lo sucedido en el día de hoy con sus incidencias y sus soluciones.
Tan solo le dejo el pequeño marrón de las puertas de embarque fuera de servicio debido a las goteras producidas por los aires acondicionados, pero eso es ya un problema de infraestructuras el cual nos supera.
Lo dicho, un turno para olvidar si no fuera por los técnicos de turno, el equipo de trabajo, que son los que realmente han sabido con su profesionalidad e implicación, capear el temporal de la mejor manera posible y llevar el barco a buen puerto un día más.
Como siempre me despido de ellos con un “Señores, ha sido un placer”.
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