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Flock of Birds
Acabo de recibir una llamada de TWR informando de que dos tráficos han notificado la presencia de una bandada de aves en la aproximación final a la Cabecera 24L. Recibida la información, llamo a los halconeros y les comento la situación.
Seguidamente los halconeros empiezan su trabajo, el cual consiste en provocar una serie de detonaciones en las inmediaciones en donde se encuentran las aves, con la intención de que éstas desistan de su actitud y huyan en desbandada.
No sabemos si se trata de gaviotas o garcetas, no sería extraña la presencia de estas últimas por encontrarnos en primavera, pero la cuestión es que son aves y son un peligro para las aeronaves, tanto en maniobra de despegue, como de aterrizaje.
Pero he aquí que los halconeros con sus detonaciones y en principio, han conseguido disuadir a las aves de que se queden en la citada Cabecera, pero con tan mala suerte de que en vez de que huyeran en cualquier otra dirección, las aves tan caprichosas ellas, han decidido irse hacia el Norte, justo en donde está la otra Cabecera, la 24R, justamente donde se están produciendo los despegues.
Y aquí viene el problema. Una aeronave despegando, notifica a TWR un impacto de ave. No aborta despegue, ni la tripulación declara Emergencia. Han tenido que ver claro que el impacto recibido no ha entrañado peligro alguno para la seguridad del vuelo. No obstante TWR ante la nueva situación, requiere al Sígame que efectúe una revisión extraordinaria de la Pista, parando de inmediato todo movimiento y cerrando la pista para los despegues. Son las 11:00 de la mañana, hora punta para el tráfico de salida.
Lo que a continuación se puede ver, es digno de un documental sobre un aeródromo inglés en plena Segunda Guerra Mundial. Se pueden contar hasta catorce aviones, tipo B738, A310 y B757, alineados, parados, colapsando la rodadura Norte y esperando su turno para el despegue. Finalmente el Sígame, después de recoger los inertes cuerpos de tres golondrinas, no se trataba de gaviotas o garcetas, da el OK a la Pista y los aviones lentamente y en procesión empiezan su carrera de despegue.
Una bandada de golondrinas ha sido capaz de retener durante más de una hora, el tráfico aéreo de salida de un aeropuerto internacional. Un factor puntual y casi imposible de predecir. Seguramente es el momento de buscar soluciones, reforzar y adoptar todas aquellas medidas que contribuyan a resolver situaciones imprevistas como estas y que directamente afectan a la Seguridad Aérea.
Y mientras tanto el ATIS radiaba, “Flock of birds in the vicinity of the aerodrome”.
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