Vuelo de Presos

Hoy tenemos programado por parte del Ministerio del Interior un vuelo de traslado de presos, y se le ha asignado un stand separado del resto de aeronaves comerciales y de miradas curiosas. El motivo de estos vuelos no es otro que el de trasladar presos entre diferentes centros penitenciarios, por los motivos que así se hayan considerado.

Para dichos traslados se suelen emplear o bien vuelos comerciales, en los que se incluyen presos en poco número bajo una discreta protección policial, o bien vuelos específicos, en los que sólo se embarca a bordo a personal presidiario.

La operativa en estos últimos casos, se repite en cada vuelo de la misma manera y forma. Una vez llega el vuelo y queda estacionado en remoto y en un lugar alejado en la plataforma del aeropuerto, llegan los furgones de la Guardia Civil que trasportan a los presos que van a ser trasladados y que previamente han sido cacheados antes de salir de prisión. Tal vez se trate de presos comunes, conflictivos o peligrosos.

Una vez bajan los presos, bajo fuertes medidas y ante un cordón de seguridad alrededor de la aeronave para evitar posibles fugas, se les hace formar en filas, y una vez formados, se les mezcla y se les indica que se sienten en el suelo con las manos sobre las cabeza, para posteriormente empezar con un minucioso cacheo personalizado, previo a su subida al avión.

No es de extrañar que en estas idas y venidas, de formaciones en fila, de mezclas y cacheos, se cuele entre los presos algún que otro "infiltrado", al que una indiscreta cámara del circuito cerrado de televisión, nos acierta a descubrir. ¿Con qué motivo se infiltra entre ellos?. Quién lo sabe.

Terminado el proceso de cacheo, los presos suben al avión, la aeronave cierra sus puertas, parten los furgones y el avión despega hacia otro destino, en donde tal vez los presos se acerquen o alejen de sus hogares, si es que realmente alguno de ellos lo llega a tener en alguna parte.

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