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El peligro de los Drones
Cualquier aficionado a la tecnología está seguramente encantado viendo los avances que están haciendo los drones y el descenso paulatino de sus precios. Estos aparatos voladores son divertidos, fáciles de pilotar gracias a los smartphones y otros sistemas de vuelo automatizado y pueden servir para tomar espectaculares fotografías o videos o para repartir medicinas en zonas difícilmente accesibles.
Sin embargo, esta proliferación de drones tiene más de un peligro, no sólo porque pueden herir de gravedad a una persona si la golpea o servir para ataques de terroristas o criminales convencionales, sino que, como señala The Washington Post, la FAA (el organismo que regula la aviación en EEUU) está denunciando el preocupante aumento de situaciones de peligro de colisión con drones que se están dando en los aeropuertos.
Según la FAA, desde junio, pequeños drones han estado a punto de causar una colisión con una aeronave de mucho mayor tamaño en 25 ocasiones, y los pilotos han informado de la presencia de drones en áreas restringidas en más de 175 ocasiones. Mucha de las situaciones de peligro se han dado en los aeropuertos de Nueva York y Washington. Aunque la FAA está ultimando todavía su normativa sobre estas aeronaves, las regulaciones actuales permiten a los aficionados (los vuelos de drones con fines comerciales están prohibidos) usar sus drones siempre que no superen una altura de 120 metros y al menos a 8 kilómetros de un aeropuerto.
Sin embargo en estas situaciones de peligro de accidentes los drones han sido visto a alturas de más de 300 metros y en un incidente que tuvo lugar en el aeropuerto de La Guardia en septiembre, un drón que volaba a 1.200 metros de altura estuvo a punto de chocar con un avión de pasajeros que descendía para aterrizar.
Los expertos en aviación explican que un choque de un avión con un dron puede ser “catastrófico”, así lo explica Jim Williams jefe de la oficina de aeronaves no tripuladas de la FAA: “imagina una aeronave de metal y plástico, especialmente esa batería de litio de gran tamaño, entrando en la turbina de alta velocidad, los resultados pueden ser catastróficos”. Otro de los peligros se encuentra en los helicópteros de salvamento y traslados hospitalarios en los que no se puede cumplir la norma de los 8 kilómetros.
En cualquier caso, parece que la FAA tiene intención de ir abriendo la mano al uso comercial de drones y que aprobaría su funcionamiento teniendo en cuenta cada caso concreto, empezando por las empresas de producción audiovisual. Y en el caso de los consumidores, está claro que el uso recreativo no deja de extenderse y los drones van a ser esta Navidad uno de los regalos más populares entre los “niños grandes”.
La FAA denuncia el peligro de los drones cerca de aeropuertos.
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