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Nueve de la mañana, un Boeing KC-135 Stratotanker de la USAF en misión de repostaje en vuelo, declara emergencia por perdida de combustible en medio de las alturas del Mediterráneo, el aeropuerto de Palma de Mallorca es el elegido para efectuar el aterrizaje de emergencia.
La aeronave declara que sólo lleva tripulación, más de 30.000L de combustible, y que no lleva mercancías peligrosas a bordo. Para el aterrizaje requiere la pista con mayor longitud, lo que se entiende como una maniobra para frenar lo menos posible, no calentar los frenos y evitar producir cualquier otro incidente de mayor envergadura.
Una vez la aeronave se ha parado, queda inmovilizada en medio de la pista perdiendo combustible, y a escasos metros de los vehículos del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) posicionados, la tripulación del KC-135 abandona de una manera precipitada la aeronave, literalmente corriendo, buscando refugio en el parterre del lateral de la pista.
La causa de tal manera de actuar por parte de la tripulación militar, se encuentra en la perdida a “mansalva” de combustible de la aeronave que, a tenor de lo visto, les hizo más que temer por sus propias vidas. Finalmente la emergencia finalizó con la limpieza de la pista, la cancelación del correspondiente NOTAM, y las consiguientes regulaciones al tráfico aéreo en el aeropuerto.
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