Queja y denuncia

Trabajo como TPO en Operaciones de Barajas desde el año 2004. Desde entonces hasta ahora, he visto y padecido numerosos cambios en este Departamento y todos ellos han supuesto un aumento en las tareas y en las exigencias.

Un aumento de cargas de trabajo y de responsabilidades, con nuevos procedimientos, con una ampliación de funciones con la incorporación de nuevas tareas, con un sinfín de nuevos sistemas informáticos que no aportan nada más que complejidad, y con la supresión de otros medios, como el sistema de fichas de progresión de vuelo, un gran cambio negativo que nos supuso perder el back-up más efectivo y actualizado.

Un empeoramiento de las condiciones de trabajo con el fraccionamiento de los equipos de trabajo en distintas dependencias, complicación y pérdida de eficacia, ligada a las deficientes comunicaciones entre ellos, y con unas nuevas dependencias con unas distancias fuera de toda lógica entre el punto de llegada y el punto de fichaje.

Con un acondicionamiento para el trabajo más que cuestionable, mala iluminación, falta de ventilación, acondicionamiento y temperatura inadecuados, tanto para el frío como para el calor, y una exigencia de logamiento en el puesto de trabajo, que supone la ralentización de los relevos: caídas continuas del sistema login, que además no aporta nada, al no ser más que una simple medida de control.

Y ese aumento de tareas y exigencias, siempre ha venido acompañado del mal gesto, la amenaza, y en fin, de la falta de sensibilidad hacia el desarrollo de nuestro trabajo, de nuestras necesidades laborales y personales. Lejos del reconocimiento de una labor bien hecha, sólo tenemos la falta de reconocimiento e incluso el desprecio.

Créanme cuando hablo de un trabajo bien hecho, ya que sólo el esfuerzo y sacrificio por adaptarnos a unas condiciones más que deficientes hostiles; con malos medios, mala información, pésima formación y mal trato, hemos conseguido adaptarnos y superarlas gratuitamente, y no hablo en términos económicos, con un espíritu plenamente colaborador.

Pero como un goteo continuo y demoledor, desde no sé donde, ya que ni se nos ha explicado ni comunicado nada, ni siquiera a las personas directamente afectadas por cambio de turnos (perdón, nosotros también tenemos una vida privada y familias, aunque trabajemos de noche y en festivos), se nos ha vuelto a cuestionar nuestro trabajo y a decidir que “sobra gente”.

Como realmente no sobra nadie, lo que se ha hecho con este colectivo ha sido cambiar nuestras cadencias de turnos, periodos de descanso y aumentar nuestras cargas de trabajo.

No sigo más, solo quiero dejar claro que esta empresa también es nuestra, que nos interesa y luchamos día a día dando lo mejor que podemos, y no podemos entender que no se nos tenga en cuenta para nada y se nos castigue y azuce sin ningún argumento y con el más absoluto silencio de nuestros jefes.

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