Centros de Gestión Aeroportuaria (CGA)

Desde hace algún tiempo nos están metiendo los centros de gestión aeroportuaria con calzador. Y decimos con calzador porque la experiencia nos dice que no encajan del todo bien.

Primero fue el de Madrid/Barajas, luego el de Barcelona y ahora viene el de Palma. Se supone que debe haber más en cartera y solo será cuestión de tiempo el que vayan apareciendo.

Diseñados, como su nombre indica, para gestionar el cien por cien de la actividad aeroportuaria, se están convirtiendo en un producto de referencia. No queremos quitar ningún mérito a sus creadores, pero parece que factores al margen priman más que los operativos.

Sesgar a los centros de operaciones para llenar de contenido a los CGA no parece lo más coherente.

Asignación de medios no debe salir de los centros de operaciones y debe estar por operativa como siempre ha estado, al lado de las posiciones de movimientos (Llegadas/Salidas), para que el tiempo de respuesta ante cualquier conflicto sea la más rápida posible. Y al decir al lado nos referimos a estar una al lado de las otras, no a estar comunicadas por un tercero a través de un teléfono o una línea caliente.

A vueltas otra vez con los intermediarios, y para crear un nuevo producto tenemos que romper con lo que teníamos, para después reinventar un sistema que sirva de intermediario entre lo nuevo y lo de siempre.

Hablando con personas que trabajan en dichos centros ninguna te asegura el cien por cien de su operatividad y nadie no la pone en duda sea por una o por otra razón. Diseñados para abarcar la operativa total de un aeropuerto, muestran lagunas de difícil drenaje y que solo la experiencia aportada por el personal  puede solventar, y este no es el verdadero sentido de la creación de los CGA.      

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