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Volar es seguro
La tasa de accidentes de aviones a reacción en el primer trimestre del año fue de 0,38, equivalente a un accidente cada 2,6 millones de vuelos. La seguridad mejoró respecto al 0.45 registrado en los últimos cinco años, pero fue superior respecto al 0,23 de 2014, la tasa de accidentes más baja de la historia de la aviación, según anunció la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
La tasa de accidentes de aviones turbohélice fue de 1,58, lo que supone una mejora respecto a los últimos cinco años (2,92) y a 2014 (2,32). La tasa de accidentes de ambos tipos de avión (reactores y turbohélices) de aerolíneas con certificación de la Auditoría de Seguridad Operacional de la IATA (IOSA) fue de 2,11, casi la mitad respecto al 4,10 de las aerolíneas que no cuentan con dicha certificación.
El número de accidentes con pérdida total de casco fue de 6 aviones (3 reactores y 3 turbohélices) de un total de 9,8 millones de vuelos (7,9 millones de vuelos con reactores y 1,9 millones con turbohélices).
“Volar es seguro. La industria ha conseguido un récord en seguridad tan elevado que las variaciones anuales relativamente pequeñas pueden distorsionar los resultados. La seguridad operacional de un trimestre es insuficiente para extraer conclusiones. Sin embargo, a medida que los datos se van ajustando a la tendencia quinquenal de mejora, no cabe duda de que la estrategia de la industria va por buen camino”, señaló Tony Tyler, consejero delegado de la IATA.
La aviación nunca es condescendiente con su planteamiento sobre seguridad. Los accidentes son poco frecuentes y cada uno se investiga a fondo con el fin de obtener nuevas perspectivas que nos ayuden a mejorar la seguridad. La acción a raíz de tres tragedias recientes ilustra este punto:
- GWI9525: “La reciente tragedia de Germanwings constata que la aviación no es inmune a los problemas de salud mental”, manifestó Tyler. IATA colabora con el comité de asesoramiento (Aviation Rulemaking Advisory Committee, ARC) formado recientemente por la Administración Federal de Aviación (FAA), que examina los asuntos relacionados con la salud mental y emocional de los pilotos. “La constitución de estos comités es un excelente modelo que facilita la elaboración de estándares y prácticas recomendadas gracias a la cooperación de grupos de expertos. La industria lleva varias décadas confiando en este tipo de actuación que ha convertido a la aviación en el medio más seguro de realizar viajes de largo recorrido”, dijo Tyler.
- MH370: Respecto a la desaparición del MH370, IATA participa en la implementación de una iniciativa el seguimiento de aeronaves a nivel mundial (NATII), dirigida por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
- MH17: Tras el derribo del MH17, los gobiernos y la industria de la aviación se han unido para encontrar formas de reducir el riesgo de los aviones que sobrevuelan zonas de conflicto. Una de las propuestas es el intercambio efectivo de información relevante sobre los riesgos para la aviación civil. La IATA pide, además, la creación de un convenio internacional que regule el diseño, fabricación, venta y despliegue de armamento antiaéreo. Estrategia y estándares globales Tradicionalmente, las principales orientaciones para la mejora de la seguridad aérea han llegado a través de un sistema bien establecido de investigación sobre accidentes aéreos.
A medida que los accidentes aéreos son cada vez más raros, el avance en materia de seguridad operacional debe producirse a partir de la aplicación de un enfoque sistémico basado en el intercambio y análisis de datos en un marco global de cooperación para el desarrollo de estándares globales. El cumplimiento de estándares globales y prácticas recomendadas son un requisito previo a la seguridad.
IATA: Un accidente de avión por cada 2,6 millones de vuelos
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