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Nuevos tiempos, nuevos nombres
A los que llevamos unos años por aquí, no se nos hacía fácil aquello de pronunciar Aena Aeropuertos S.A., demasiado largo cuando de siempre esta santa casa ha tenido un nombre tan corto y coqueto como el de Aena.
Un nombre hasta el cual nos inspiró mandarle una carta, “Tengo una carta para ti”, el día en el que los trabajadores de Aena recibimos su carta de despedida. Lástima que a ella, siempre tan pública, le hayan añadido las siglas S.A., con todo lo que ello implica, pero ya dijimos en su día que se vendería al mejor postor.
Y de verdad que lo sentimos por los del otro barrio, los de Navegación Aérea, pues a ellos les han arrebatado de cuajo el nombre y les han incorporado uno nuevo que tal vez tenga más que ver con su elemento celestial natural, el aire, que con el elemento terrenal aeroportuario, aunque a pesar del cambio de nombre, no hayamos cambiado de convenio colectivo aún, algo es algo, pero dejarse de llamar Aena, no es que sea un buen presagio.
Resumiendo, con la privatización, Aena Aeropuertos S.A., pasa a llamarse Aena y el Ente Público Empresarial Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), ENAIRE. En fin, nuevos tiempos, nuevos nombres.
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