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Verano puntero
Al hablar de verano puntero, no nos referimos al incremento de tráfico aéreo, que sí que lo ha habido con respecto al del 2010, sino que lo hacemos al hilo de nuestro post Punteros Láser, y como demostración de la alta frecuencia con que se ha repetido el hecho relatado. A continuación y de una manera resumida, vamos a repasar las incidencias de este tipo que han sido reportadas tanto por TWR y ACC al Centro de Operaciones durante los pasados meses de verano en nuestro aeropuerto.
Estamos hablando de casi cuarenta notificaciones, entre aproximaciones, aterrizajes y despegues. Cabe resaltar que los días más activos fueron los comprendidos entre la última quincena de julio y la primera de agosto, coincidiendo con la gran mayoría de fiestas patronales de los pueblos interiores y costeros.
En las notificaciones se pueden leer desde posiciones zonales en donde han sido detectados, núcleos urbanos, hasta posiciones más exactas a través de coordenadas GPS, otra incide en los tramos de altitud en donde se detecta un puntero: entre los 1500 y los 4500 Ft (desde 460m a 1370m), y otra incluso habla de posiciones estimadas entorno a las 8NM (14Km), lo que nos da una idea de la potencia de estos punteros. Otras notificaciones hablan de hasta tres punteros actuando a la vez desde una misma zona. Pero para las autoridades competentes, es como buscar una aguja en un pajar, aunque la aguja sea de color verde.
La notificación más preocupante sucedió en una noche del mes de julio cuando una aeronave de una compañía alemana frustró el aterrizaje debido a un puntero láser, tomando sin novedad minutos después y pidiendo a su llegada al Stand la presencia de la Guardia Civil para poner una reclamación.
Y seguramente la notificación más anecdótica fue la de una aeronave española que estando estacionada en una posición de pasarela, notificó a TWR que desde la aeronave que tenía al lado, de nacionalidad irlandesa, les estaban apuntando a la cabina con un puntero. Una vez notificada la incidencia y teniendo los datos más exactos posibles de localización, el número de la ventanilla desde donde se emitía el rayo verde, se mandó a un Sígame para que un TOAM subiera a la aeronave denunciada, por cierto que esta vez no iba en busca de ninguna Pluma de Oro, y cual no fue su sorpresa al encontrarse a un niño de corta edad con un puntero entre sus manos.
Hasta lo que sabemos, la autoridad competente ha centrado sus investigaciones en los proveedores mayoristas de dichos punteros, para de alguna manera poder mitigar la distribución de los mismos. El sentido de estos dos posts no ha sido otro más que el de denunciar el mal uso de estos punteros láser y concienciar sobre los negativos efectos que pueden causar un uso indebido y más aún cuando estamos hablando de aeronaves en situación de despegue y aterrizaje.
Esperemos que el próximo verano sea menos puntero, eso sí, menos puntero en cuanto a punteros láser.
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