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Aena prejubilará a 1.500 trabajadores con el 85% de sueldo a los 55 años
El Mundo, 4 de octubre de 2012. La reestructuración de Aena, la empresa pública reguladora de los aeropuertos, encara esta semana la recta final de uno de los pasos decisivos para su privatización en 2014.
Sindicatos y empresa tienen previsto pactar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en el que se propondrá un plan de jubilación voluntaria a 1.500 empleados mayores de 55 años con un 85% del sueldo. El acuerdo esquivaría así el endurecimiento para este tipo de iniciativas que planea el Gobierno por recomendación de la UE. Aena no desmintió ayer esta información y se limitó a recordar que, aunque es una empresa pública, «no recurre a los Presupuestos Generales del Estado para financiarse».
El acuerdo daría salida al 11% de una plantilla de más de 13.000 personas que cuenta con una media de edad de 43 años. Con una deuda de 13.341 millones de euros -más de un millón de euros por empleado- acumulada por la gran actividad en la construcción y renovación de su red de 47 aeropuertos en la última década, el Ministerio de Fomento quiere acelerar su saneamiento.
Fuentes próximas a la negociación no se atrevieron a concretar más detalles sobre las condiciones que se derivarán del proceso de reestructuración de plantilla, como qué coste total supondrá o si, por ejemplo, el acuerdo final podría incluir trabajadores por debajo de 55 años en determinadas circunstancias. «Es la recta final de las negociaciones y hasta que no se firme el acuerdo hay detalles que pueden cambiar», indicaron estas fuentes.
Tanto empresa como sindicatos son conscientes de que la reforma de los planes de prejubilación que aplican las empresas para reestructurar sus plantillas es un objetivo inmediato del Gobierno. De hecho, el pasado martes mismo el secretario de estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, advirtió que el peso de las prejubilaciones sobre la caja de la Seguridad Social es excesiva y que en el plazo de «pocos días» podrían presentarse cambios en los modelos de jubilación anticipada y parcial para que dejen de ser la regla y pasen a ser casos excepcionales».
Entre los pasados meses de enero y agosto, cuatro de cada 10 personas que se dieron de alta en el sistema de pensiones adelantaron la jubilación. Sólo los gastos por jubilación parcial suponen un coste anual superior a 2.000 millones de euros. En cualquier caso, los cambios anunciados no entrarían en vigor antes del próximo uno de enero.
Por eso, el acuerdo se adelantaría por un plazo corto de tiempo a unas reformas que dificultarían los términos en que se han negociado. De hecho, fuentes sindicales reconocieron a este diario el pasado septiembre que, conscientes de la situación que atraviesan las arcas públicas, tratarían de buscar durante la negociación fórmulas legales que les permitieran cumplir el objetivo de ofrecer una salida a los trabajadores con más de 55 años sin presentarlo como un plan de prejubilaciones. Ese mes se produjo el mayor descenso en el número de cotizantes a la Seguridad Social desde 2008.
Las conversaciones con los sindicatos para acordar las condiciones del ERE comenzaron el pasado mes de julio y se interrumpieron en agosto con los representantes de la empresa y los de los trabajadores muy distanciados. A la vuelta del verano, los sindicatos forzaron las negociaciones al insinuar que, de no recibir una oferta «seria» por parte de la empresa, iniciarían las movilizaciones. Desde entonces, las negociaciones se han acelerado y los sindicatos han sido más discretos.
El acuerdo al que se llegue en la empresa adscrita a Fomento deberá ser posteriormente validado por el Ministerio de Empleo y, al final del proceso, la fecha definitiva en la que entrarían en vigor estos cambios trazaría la línea sobre la legalidad o no de la reestructuración de muchas empresas, además de Aena, en los próximos meses.
De manera que los planes tanto en el sector público como en el privado se acelerarían para adelantarse a un endurecimiento de las condiciones de jubilación anticipada o parcial. Así, solo entre las empresas pertenecientes a Fomento, Renfe y Adif tienen que acometer reducciones de plantilla de cara a la liberalización del ferrocarril el próximo 31 de julio y parte de las medidas de cara a este proceso serán tomadas antes de diciembre. Grandes compañías privadas como Telefónica ya lo tienen asegurado con un plan de prejubilación con 52 años para 6.500 trabajadores que se ha cerrado con año y medio de anticipación por la demanda para darse de alta.
Además de reducir plantilla, la reestructuración de Aena ha implicado flexibilizar los horarios de una veintena de aeropuertos, con la consecuente adaptación de los horarios de los empleados, un elemento que también está presente en estas negociaciones.
La mayoría de los 47 aeropuertos con que cuenta la red de Aena es deficitario por falta de pasajeros y costes operativos. Pero a este hecho hay que añadir un fuerte endeudamiento que acarrea costes financieros. De los más de 13.700 millones de deuda que acumulará la empresa en 2013, la mayor parte se debe a los aeropuertos de Barajas y El Prat.
Las medidas incluyen también sacar a concurso la explotación de 40.000 metros cuadrados de superficie comercial en 26 aeropuertos. Aena espera adjudicar este contrato a comienzos de 2013 como gran paso para alcanzar unos ingresos comerciales de 1.000 millones de euros en 2016.