Malditos fines de semana

En estos difíciles tiempos que nos tocan vivir, parece ser que los viernes son el día elegido por muchas empresas, tanto públicas como privadas, para despedir a parte de su personal.

También son los viernes los días elegidos por el Gobierno para promulgar sus medidas contra la recesión, los sábados para publicar los RDL pertinentes en el BOE y los domingos para que la prensa se haga eco de todo ello. Vamos, que podríamos decir aquello de fin de semana completo para las malas noticias, con lo que pasaríamos del “Gracias a Dios es viernes” al “Maldito viernes”, o mejor dicho, “Malditos fines de semana”.

Por cierto, el sábado 14 de julio se publicó en el BOE el RDL 20/2012, de viernes 13 de julio, por el cual, Título VI Artículo 33, se abre el paso a la cogestión aeroportuaria por parte de las comunidades y ciudades autónomas y sus entidades locales, lo cual pone en duda un poco más, por si alguien no lo dubaba, el mantenimiento de la Red de Aena, el Convenio único para sus trabajadores y el Servicio Público que hasta ahora daba.

Siguiendo con Aena y según publicó El Mundo el pasado domingo 15 de julio, que parece tener más información que la que se maneja por Aena, aunque mucho nos tememos que quien maneja esa información no le interesa difundirla directamente y emplea otros medios para su difusión, en Aena sobran 2.200 trabajadores, 200 del Grupo III de aeropuertos, y 2.000 entre los trabajadores de los grupos I y II de aeropuertos y de Navegación Aérea.

Incluso en la noticia se habla de tres nuevas categorías profesionales: técnico de gestión de seguridad, técnico de gestión de aeropuerto y técnico de gestión integral, dependiendo del volumen de actividad de las infraestructuras. No está mal que los trabajadores de Aena se enteren de su futuro por la prensa, es una forma diferente de llevar las relaciones laborales y la comunicación fluida en una empresa.

Pero de lo que no se oye hablar es de la dimisión de los gestores del Grupo Aena, esos magníficos gestores que gracias a su gestión a lo largo de años, han metido a los trabajadores de Aena en este callejón sin salida, por lo que no estaría de más oír hablar de la dimisión de alguno de ellos, auténticos responsables de la situación actual. Y es que si en Aena y en Aena Aeropuertos S.A. sobran trabajadores, sobran empezando por arriba.