La Ceremonia de la Confusión

Asistimos en estos últimos tiempos, a la ceremonia de la confusión en cuanto al futuro de Aena se refiere. Largos y breves artículos en prensa, comunicados y propuestas, ocultación y malinterpretación de datos, que intentan minar una vez más, la credibilidad de la red de aeropuertos de Aena ante la opinión pública.

Sabemos que se trata de una forma de allanar el camino hacia su privatización. Una forma, por otra parte, zafia e innoble. ¿Porqué no se habla del índice de productividad de los trabajadores de Aena?, ¿Porqué nadie habla de los sueldos de sus trabajadores?.

¿Porqué nadie habla de los diferentes complementos de jornadas de mañana, turnicidad y nocturnidad que cobran los empleados de Aena?. ¿Porqué nadie quiere averiguar la gran diferencia de sueldos con sus homólogos europeos?.

Simplemente porque no interesa. Porque entre otras cosas, es sabido que la productividad de los trabajadores de Aena es de las más altas a nivel europeo, y sus sueldos y complementos justamente los más bajos, y no solo de Europa.

Pero de eso no interesa hablar. Hay que confundir a la opinión pública, hay que crear una ceremonia de la confusión en donde la conclusión sea que el mejor camino es el de la privatización, para ocultar el verdadero problema de gestión de recursos de estos últimos años y cargar el mochuelo a quien menos se lo merece.

Ya lo intentaron en pasadas legislaturas, echen cuentas, pero tengan en cuenta que los trabajadores de Aena, que se manifestaron por última vez hace poco más de un año en contra de su privatización, esta vez todavía no han dicho nada, y más de 12.000 empleados en el Sector Aéreo y todos pertenecientes al mismo grupo empresarial, tengan en cuenta que aún tendrán mucho que decir y por decidir.

O en este proceso de privatización se habla claro, existe diálogo y negociación entre las partes, o el proceso irremediablemente va abocado, una vez más, hacia el conflicto laboral.