Formar bien o Formar mal

La formación es una herramienta básica para el desarrollo profesional. “Aena a través de su Instituto de Aprendizaje y Desarrollo  (IADA) realiza un importante esfuerzo formativo para conseguir sus objetivos en el ámbito de la profesionalización más eficaz, empleabilidad y desarrollo de su personal” (Aena, Memoria Anual 2003).

En el IADA colaboran en labores de planificación y realización de acciones formativas, una serie de monitores internos expertos en diferentes áreas del conocimiento propio de Aena, al objeto de dar respuesta a las necesidades de formación de las diferentes ocupaciones. Además, Aena dispone de monitores internos en varios centros, los cuales se encargan de las actividades formativas prácticas, enfocadas a las propias necesidades de cada uno de ellos.

Todas estas personas, consideradas profesionales clave en su área de conocimiento, aportan un importante valor añadido en el proceso formativo, pero también hace falta la implicación directa por parte de la dirección de los centros en donde se vayan a impartir los cursos.

Y es ahí en donde los monitores, tanto de IADA como los internos, se encuentran muchas veces con la falta de medios y la improvisación a la hora de impartir sus cursos, poniendo como ejemplo el aeropuerto de Palma de Mallorca, tercer aeropuerto de la red de Aena, en donde desde noviembre del 2011 hasta la fecha, IADA ha impartido a los Técnicos de Operaciones una serie de cursos de formación, utilizando como base de datos los perfiles operacionales del aeropuerto de Tenerife Norte y en donde los monitores internos prácticos no han podido disponer de la aplicación ICAROXXI, sistema de gestión de planes de vuelo e información aeronáutica, debido a la mala planificación y la pésima gestión por parte del aeropuerto, hechos denunciados y convenientemente notificados.

Para quien no lo entienda, es lo mismo que dar un curso de Word o Excel, con un sistema operativo Macintosh, o sin ordenadores, con lápiz y papel. Estando en época de alta tecnología y en una empresa enmarcada en un sector tan estratégico como es el aéreo, hay cosas que son incomprensibles. La formación debería tomarse más en serio y no como un simple expediente con el que únicamente hay que cumplir.

Formar bien, o formar mal: esa es la cuestión.