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Mensaje en una botella

Category: General Published: Tuesday, 28 December 2010 Written by SICA Blog

Por más vueltas que le damos al asunto de la privatización de Aena, no le vemos el sentido por ningún lado. Oímos, vemos y leemos, las distintas informaciones que salen en prensa y parece ser, dicen, que Aena está muy mal gestionada y necesita un cambio de gestión. ¿Para qué?, nos preguntamos, ¿Tiene la gestión privada la varita mágica para detener fenómenos meteorológicos adversos, desatascar aerovías sobresaturadas, y gestionar los movimientos de las compañías aéreas? ¿O es que se gestiona mejor con acciones en Bolsa?. Pues nos parece que va a ser que no, y si no que se lo pregunten a los usuarios del aeropuerto de Heathrow en estos últimos días, por poner un ejemplo de aeropuerto con gestión privada.

Desde la Subsecretaría de Aviación Civil, pasando por el Organismo Autónomo de Aeropuertos Nacionales, la Dirección General de Aviación Civil y Aena, han pasado más de 40 años de una gestión pública intachable de los aeropuertos españoles. Y que no nos digan ahora que se ha hecho tan rematadamente mal, como para olvidar toda su historia y pretender un cambio significativo.

Gestionar un aeropuerto es tan sencillo como pensar en una pista de vuelo y un edificio terminal, por poner un ejemplo, y tan sumamente complicado como pensar en unas cuantas compañías aéreas utilizándolo, con cientos de variables y multitud de incidencias que ocurren y que se generan, teniendo siempre en cuenta y presente al imprescindible factor de la Seguridad, que ata de pies y de manos a cualquier iniciativa por muy privada y loable que sea.

Lo mejor de nuestros trabajos es que no existe una rutina preestablecida y que cada día nos vemos sorprendidos con algo nuevo que no está escrito, ni se puede escribir, en los manuales operativos, ya sean éstos públicos o privados. Y todo ello teniendo en cuenta a un personal, como el de Aena, con unos sueldos más que discretos y una productividad por encima de otros países de la Unión Europea. ¿Qué más se puede pedir?.   

Visto lo visto, utilicemos al cuarto poder fáctico, a la prensa. Es donde hay que hacer hincapié. Utilicemos ese poder para que la opinión pública no se deje manipular. Expliquemos cada uno a su manera y estilo la única verdad sobre lo que es la gestión aeroportuaria, lancemos cientos de mensajes en botellas con un papel que diga “SOS Aena”.

Tal vez alguien nos escuche, recapacite y cambie de opinión. 

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