Nos ha mirado un tuerto

A la Confederación de Sindicatos Profesionales Aéreos (CSPA) parece que le haya  mirado un tuerto.  De otra manera  no se entiende que en las dos últimas elecciones sindicales celebradas en Aena, se haya quedado a las puertas de su representación en la Coordinadora Sindical Estatal (CSE).

En las del 2007 la CSPA obtuvo un 9’8% de representatividad, quedándose tan solo a 2 décimas de lograr representación en la CSE,  en estas del 2011, y a falta de los resultados de los centros en donde todavía no se han celebrado elecciones, la CSPA vuelve a rozar la representación.

Distinto hubiera sido obtener unos resultados marcadamente desfavorables que descartaran desde un principio la representatividad de la CSPA, pues de esa manera no nos hubiera dejado el amargo regusto que te deja en el paladar, el poder ser y el no poder estar.    

Los tiempos están cambiando, son tiempos de cambio. Los retos ya no futuros sino presentes, pasan por un nuevo e impredecible marco laboral. Y en este nuevo escenario, la representación laboral deberá jugar un papel fundamental en la defensa de los derechos y de las obligaciones de todos los trabajadores de lo que hasta el día de hoy hemos llamado Aena.

Y este nuevo escenario no debe ser polarizado únicamente por los sindicatos de clase. También se debe abrir el abanico a los sindicatos profesionales, una opción más que latente según demuestran los fríos datos de las dos últimas elecciones sindicales celebradas.

Pero mientras el tuerto se siga cruzando en el camino de la  Confederación de Sindicatos Profesionales Aéreos (CSPA), poco se podrá hacer. Salvo acudir a los servicios de algún afamado curandero que le pueda quitar el mal de ojo que le aqueja.