El día después

Tras la resaca de las manifestaciones del 26F, ahora es el momento de la reflexión. Momento de haber leído, escuchado y valorado las distintas declaraciones vertidas por los responsables de los sindicatos convocantes y ver cuán en serio va este órdago lanzado al Gobierno.

Lo primero que llama la atención es el comentario general en los medios de comunicación de Huelga para Semana Santa del personal de Aena, lo cual no es factible, ya que para esas fechas están convocadas elecciones sindicales, del 9 de marzo al 10 de mayo, con lo que tanto los comités de centro como la CSE estarán disueltos por Ley, por lo que no es posible convocar Huelga durante esas fechas.

Y de este hecho éran conscientes los sindicatos miembros de la CSE cuando convocaron las manifestaciones del 26F. Muy mal por los periodistas que incluyeron esa noticia en sus medios, al menos deberían estar mejor informados. Menos mal que la CSE, que siempre es hábil y está al quite, aclaró este malentendido en su comunicado de 28 de febrero, con la siguiente frase que no ha pasado desapercibida, “Huelga en Aena, a partir de la próxima Semana Santa”.

Bueno, pues el órdago ya no lo es tanto. De aquí al final de la Semana Santa, nos plantamos en el mes de mayo. Más de dos meses, tiempo suficiente para dirigir el rumbo de la futura Aena hacia donde quieran, y aquí paz y después gloria. Y decimos lo de paz, porque los sindicatos presentes en la CSE, recibieron el año pasado la nada despreciable cantidad de 15 millones de euros en subvenciones, para entre otras cosas, lograr y mantener una paz social, tan necesaria en estos tiempos revueltos en los que vivimos.

Todas estas noticias sólo generan desconfianza y lo que es peor descontento. Ya lo dijimos y ojala nos equivoquemos, pero para rematar la jugada, se habla en otros medios de que nuestro futuro está pactado. Y según cuentan, el pasado 24 de enero se firmó un acuerdo de primer Convenio Colectivo del Grupo Aena.

Visto lo visto, este órdago lanzado el 26F parece un órdago a chicas, y ya se sabe, jugador de chicas, perdedor de Mús, salvo sorpresas.